Pinceladas sobre Sierra Leona: más allá de los diamantes de sangre y el Ébola
Para muchas personas, un país completamente desconocido, para otras, el país de “Diamante de Sangre” y el Ébola. No es fácil contar un país, y menos uno tan complejo como este. Pero vamos a intentar, a través de algunos artículos, mostrar una fotografía algo más completa del país.
La historia reciente de Sierra Leona comienza con un expolio, uno de los crímenes contra la humanidad más lacerantes: la salida de esclavos africanos cautivos hacia Europa y América. En esta misma costa desde la que salieron los esclavos, se situó Freetown, fundada como hogar para la repatriación de esclavos liberados en 1787 y declarada colonia británica en 1808 (así que poco tiempo fue una ciudad libre). La colonia fue expandiéndose hacia el interior del continente durante todo el siglo XIX y hasta alcanzar su independencia en 1961.
Aunque los primeros años de independencia se intentó implantar un sistema bipartidista, en las elecciones de 1978, debido a la gran tensión acumulada por la sucesión de golpes de estado y la baja calidad de vida de la población (entre otras muchas razones), murieron más de 100 personas y se estableció un sistema unipartidista. Los años 80 fueron igualmente turbulentos, con una enorme inflación, deterioro de las condiciones económicas y sociales de la población y con pérdidas del 90% de los ingresos por la extracción de diamantes por parte de contrabandistas.
La situación empeoró cuando, en 1989 estalló la guerra civil en el país vecino. A comienzos de 1990 miles de refugiados liberianos estaban establecidos en Sierra Leona y, en 1991 la guerra saltó la frontera: el Revolutionary United Front (Frente Revolucionario Unido), formado por rebeldes sierraleoneses que se oponían al gobierno unipartidista de Momoh, tomaron el poder en gran parte del este del país.
Esto marcó el comienzo de una de las guerras civiles más cruentas que se han conocido (1991-2002). Aunque Momoh intentó frenar la situación proclamando una nueva constitución con un sistema multipartidista, en Abril de 1992 un grupo de militares jóvenes derrocó a Momoh y el capitán Valentine Strasser se erigió cabeza del estado prometiendo unas elecciones para volver a un gobierno civil en 1995.
Pronto se pudo ver que no había espacio para el optimismo, que las luchas en el este continuaban, que se estaba apoyando a los rebeldes de Liberia y que ningún grupo estaba luchando por un objetivo político, sino para conseguir controlar las zonas de minas de diamantes y de oro.
El país cayó en una especie de anarquía, con armadas privadas lideradas por hombres de la guerra, soldados del gobierno, soldados rebeldes y desertores de la armada campando por distintas áreas y controlando a la población a través del terror y la violencia indiscriminada (mutilación de miembros, asesinatos, violaciones, reclutamiento de niños soldados…). La guerra de guerrillas se fue extendiendo por el país, los alimentos y el combustible eran escasos y miles de sierraleoneses huyeron del país.
En 1999 se creó el Acuerdo de paz de Lomé, por el que se proponía un plan en el que se daría parte del poder gubernamental a algunos de los rebeldes a cambio de que dejaran las armas. Sin embargo el cumplimiento del acuerdo por parte del Revolutionary United Front fue inconsistente y débil. De hecho los rebeldes entraron de nuevo en Freetown en el año 2000. No fue hasta el 18 de enero de 2002 que finalmente se declaró el final de la guerra de Sierra Leona tras la intervención británica.
Tras una década en guerra, se estima que más de 50.000 personas murieron, cientos de miles de personas fueron víctimas de violencia y alrededor de dos millones fueron desplazadas por el conflicto.
Los distintos gobiernos que se han ido sucediendo desde las elecciones de 2002 (primeras elecciones tras la guerra) han tenido la labor de reconstruir un país roto: no solamente había que restaurar el sistema de salud, la educación y la economía, sino también reconciliar a la población y mantener la seguridad interna.
A pesar de los avances, años después del conflicto, Sierra Leona seguía siendo uno de los países más pobres del mundo y con el índice de desarrollo humano más bajo. Entonces, en 2014, comenzó la epidemia de Ébola, que afectó a unos 14.000 sierraleoneses y mató a casi 4000, dejando de nuevo la economía del país y el sistema de salud devastados.
Después de una historia tan turbulenta, de la larga guerra y de la devastadora epidemia de Ébola, llega de nuevo el momento de reconstruir el país. Es fácil pensar que no hay esperanza, y quizás no la haya por el momento para grandes cambios estructurales que afecten a toda la población de Sierra Leona, pero sí la hay para muchas personas que tratan de mejorar su día a día a través de movimientos asociativos, de apoyo comunitario, de estudios formales… ¡Y algunas de esas personas son el cuerpo y el alma del Sierra Leone Yoga Project!